Nadie puede ser totalmente bueno, o no puede serlo sin haber tenido ciertas actitudes tóxicas en su vida. Esto queda reflejado en Mark Lilly, protagonista de "Ugly Americans".
Mark Lilly es un terapeuta que trabaja para el departamento de servicios sociales en el Departamento de integración de una Nueva York bastante distinta, en la que humanos y seres paranormales conviven por igual.
En dicho lugar Mark ayuda a criaturas de toda índole a adaptarse a vivir entre los humanos, y a pesar de que sus intenciones son buenas, la mayoría de las veces termina provocando malentendidos y problemas por su desconocimiento.
Es un joven de buenas intenciones y un tanto ingenuo, del que sus amigos, compañeros e incluso su novia suelen aprovecharse, ya sea para obtener dinero o alguna otra cosa a cambio.
No es alguien tonto, y suele tener buena voluntad para ayudar a quien lo necesite, ya sea en su calidad de terapeuta o como amigo, lo que ha hecho que, dentro de todo, muchos de sus conocidos guarden cierto cariño hacia él, y se convierta en la primera opción para solicitar una mano amiga o un buen consejo.
Sin embargo, detrás de sus intenciones nobles, el joven tiene un oscuro secreto, ya que en el pasado llegó a ser una persona bastante manipuladora, hecho que queda reflejado en el noviazgo que tuvo con Jaclyn Anderson.
Jaclyn era una joven que estaba perdidamente enamorada de Mark, solo que tenía un ligero problema, que era alérgica a los huevos, el alimento favorito del joven.
Esto llevó a que, mediante manipulaciones, Mark forzara a Jaclyn a pensar de que si ella no "superaba" esta alergia jamás tendrían una vida feliz juntos, e incluso terminaría su relación con ella por este motivo.
Este hecho la marcaría de por vida, llevando a que cayera en depresión, abandonara la universidad, e incluso fuera desheredada, lo que provocaría que, buscando volver con Mark, se dedicara a estudiar "Huevología", encontrando una cura para su alergia, pero esta, de paso, la transformaría en una horrible criatura.
Mark Lilly es un personaje interesante, mostrándonos que, por muy buenos que nos mostremos, cada uno tiene ciertas actitudes que dejan mucho que desear y que, al menos, muchos desean y logran superar.