Mohamed bin Salmán, príncipe heredero de Arabia Saudita, logró adquirir el 96,18% de la compañía SNK, desarrolladora de los videojuegos The King of Fighters, Metal Slug y Fatal Fury.
“La inversión de la Fundación Mohammed bin Salman (Fundación MiSK) en la empresa japonesa SNK refuerza su compromiso continuo con sus objetivos de empoderar a hombres y mujeres saudíes mediante la creación de asociaciones económicas, dentro de la estrategia actualizada de la Fundación para maximizar el impacto positivo en la juventud. empoderamiento" señalaron en un comunicado que recoge The Verge.
“La decisión de inversión también mejorará las sólidas capacidades de SNK, que tiene muchas propiedades intelectuales innovadoras en el sector del juego con un potencial real de desarrollo en el futuro, en línea con el crecimiento anticipado de la industria del juego electrónico” agregaron.
SNK no ha hecho un comunicado público al respecto, y algunos medios especulan que esto podría deberse a la mala fama que tiene el magnate en Occidente, a quien acusan de estar detrás de la tortura y el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, en 2018.